Llenas de los restaurantes más modernos, bares, museos y amplias áreas verdes, las ciudades de Australia son amadas por viajeros de todo el mundo por su vitalidad y originalidad.
Con tantas ciudades para elegir, puede ser un poco abrumador decidir cuáles explorar.
Sigue leyendo para descubrir las ciudades que los viajeros nunca se pierden al visitar Australia y comprueba por ti mismo si son perfectas para tus escapadas de fin de semana o vacaciones.
- Sídney: La metrópolis moderna y sofisticada
- Melbourne: La capital de lo cool en Australia
- Adelaida: La ciudad artística con ambiente bohemio
- Hobart: Una ciudad llena de historia y encanto
- Port Douglas: Viaja al pasado

Sídney: La metrópolis moderna y sofisticada
Sídney es, sin duda, una de esas ciudades que ningún viajero se pierde en un viaje a Australia. Como capital de Nueva Gales del Sur, la moderna ciudad de Sídney presume de un puerto escénico, una vibrante escena gastronómica, vida nocturna animada, excelentes opciones de compras, así como atracciones icónicas y playas espectaculares.

La ciudad alberga dos obras maestras de la arquitectura: la Ópera de Sídney y el Puente de la Bahía de Sídney, que son los monumentos más famosos de la ciudad y verdaderos imanes para turistas.
En la Ópera, los viajeros pueden disfrutar de decenas de espectáculos en vivo y presentaciones, y también cenar en el icónico restaurante Bennelong – la máxima expresión de la gastronomía de Sídney, ubicado dentro de la Ópera.
Por su parte, escalar el Puente de la Bahía de Sídney es una actividad imprescindible para cualquier viajero. Una travesía que puede causar vértigo, costosa pero sumamente satisfactoria, la subida de 3 horas y 134 metros vale totalmente la pena al contemplar la vista panorámica de la ciudad. Pero aunque estos dos lugares puedan parecer suficientes para que el viaje valga la pena, eso es solo el comienzo de todo lo que la ciudad tiene para ofrecer.
Más cosas que hacer en Sídney
Quienes buscan escapar del ajetreo y el bullicio de la ciudad tienen muchas opciones en Sídney. Las Montañas Azules ofrecen una excelente experiencia al aire libre que puedes disfrutar a través de tours guiados. Si prefieres la playa, visita las Northern Beaches, una serie de calas y reservas acuáticas ideales para practicar esnórquel. Bondi Beach es perfecta para quienes quieren aprender a surfear.
Los amantes de la gastronomía también se deleitarán en los restaurantes de las zonas gastronómicas de Darling Harbor y Surry Hills. Por otro lado, el Mercado de Pescado de Sídney es una parada obligada para quienes disfrutan de los mariscos, con varios puestos donde se cocina pescado y marisco en el momento y almuerzos preparados a pedido.
Para terminar, explorar Sídney a tu propio ritmo es más sencillo gracias a su eficiente sistema de transporte basado en ferris. Podrás moverte fácilmente y visitar más lugares como el Powerhouse Museum, Manly Beach, Circular Quay, Paddington Markets, el zoológico Taronga y el Royal Botanic Gardens.
Melbourne: La Capital de la Modernidad en Australia
La segunda ciudad más grande de Australia y hogar del 20% de la población del país, Melbourne es una ciudad vibrante llena de cultura, galerías, museos, mercados, festivales, opciones gastronómicas y bares. La ciudad transmite un aire europeo con sus tiendas vintage, callejones cubiertos de grafitis y su cultura cafetera, por lo que se ha ganado la reputación de ser la “capital de la modernidad” en Australia.

La ciudad recibe abundante nieve en julio y agosto por su cercanía al Polo Sur. Cuando llega noviembre, la región vinícola de Yarra Valley se calienta, creando el clima perfecto para un buen pinot.
Durante el verano, St. Kilda Beach y su fila de cafés junto a la costa se convierten en punto de encuentro turístico. Su histórica y divertida playa con parque de atracciones es el lugar ideal para pasar una tarde relajada.
Y aunque las estaciones cambian aquí, la fascinante gastronomía de Melbourne es deliciosa y imprescindible durante todo el año. Al igual que Sídney, moverse por la ciudad es fácil gracias a su sistema de transporte público eficiente y gratuito.
Qué hacer en Melbourne
Si eres un gran fanático del cricket y los deportes, visita el Melbourne Cricket Ground, hogar del cricket australiano y de la Liga Australiana de Fútbol. Además de haber sido sede de los Juegos Olímpicos de 1956 y los Juegos de la Commonwealth en 2006, este estadio es una visita imprescindible para cualquier amante del deporte.
Los amantes de la naturaleza también suelen visitar el Parque Nacional Port Campbell para admirar la belleza de los 12 Apóstoles, así como hacer una excursión a Phillip Island, hogar de una famosa colonia de pequeños pingüinos.
Los aficionados a la buena comida encontrarán su paraíso en el Queen Victoria Market, donde se venden distintos tipos de comida callejera deliciosa y productos locales frescos. La ciudad también alberga la National Gallery of Victoria, la galería de arte más antigua del país, que cuenta con una gran colección de arte nacional e internacional.
Adelaida: La ciudad artística con un aire bohemio
Mucho más tranquila que las bulliciosas Melbourne y Sídney, Adelaida es una ciudad metropolitana costera repleta de grandes atractivos. Alberga algunos de los mejores museos y una animada escena culinaria, por lo que está llena de cultura; viajeros y turistas no se cansan de descubrir todo lo que tiene para ofrecer.

En Adelaida hay una gran variedad de actividades para disfrutar, como catas de vino en viñedos, avistamiento de ballenas, aventuras con la fauna local y la recogida de fresas, ideal para familias.
Viajeros y turistas siempre encuentran algo para hacer en la ciudad y sus alrededores, ya que hay muchos paisajes y atracciones para explorar.
La mejor época para visitar la ciudad es durante el “Mad March”, cuando se celebran varios espectáculos musicales y festivales vibrantes que disfrutan tanto los locales como visitantes de todo el mundo.
Por qué Visitar Melbourne
Una visita a la Isla Kangaroo, la parte más preciada de Australia, es imprescindible para todo visitante que se aloja en Adelaida. Es un destino ideal para los amantes de la naturaleza y la vida silvestre y se encuentra a solo unas 2.5 horas de la ciudad en coche o ferry. El parque nacional alberga una gran variedad de animales y especies raras como koalas, cacatúas, canguros y leones marinos que deambulan libremente por la zona.
La degustación de vinos en viñedos del Valle Barossa, Clare Valley, McLaren Vale y Adelaide Hills es una parada obligatoria para los amantes del vino. Por su parte, el Mercado Central de Adelaida es un lugar para todos y para todo: es uno de los mercados cubiertos más grandes, con más de 70 puestos y comerciantes de más de 40 nacionalidades diferentes.
Los viajeros también suelen pasar por Beerenberg para la recolección de fresas, donde puedes tomar una bandeja y cosechar fresas por solo $5 por persona y $10,95 el kilo. Beerenberg produce la mermelada de fresa más famosa y deliciosa del país, así que ¡no pierdas la oportunidad de probar estas fresas frescas por ti mismo!
Hobart: Una ciudad de historia y encanto
La ciudad de Hobart es una joya escondida en la isla de Tasmania. Es la capital de la isla y presume de edificios históricos, galerías de arte de moda y restaurantes modernos, con una escena vibrante de cocteles artesanales y una industria cervecera local en auge. Además, su escena artística sigue creciendo tan rápido como su cultura gastronómica.

Hobart es conocida por producir los mejores productos, como cerezas, miel, trufa negra, azafrán, aceitunas y quesos, gracias a su clima de cuatro estaciones. Los amantes de la comida se enamorarán de los restaurantes de North Hobart y el Salamanca Market, tanto como los fanáticos de la cerveza disfrutarán de las cervecerías de la ciudad.
Los chefs locales reinventan ingredientes frescos con influencias multiculturales que sin duda encantarán a viajeros de todo el mundo. El menú de siete pasos de temporada en Templo se ha convertido en un favorito tanto para locales como para turistas. Los ingredientes para los platos se obtienen en un radio de 50 kilómetros del restaurante.
La ciudad está construida alrededor del espectacular río Derwent, por lo que moverse por la ciudad implica tomar un crucero, taxi acuático o kayak. No te vayas sin hacer un tour en barco a la isla Bruny para avistar delfines y lobos marinos.
Más cosas que hacer en Hobart
El 42% de toda la isla de Tasmania son parques nacionales, así que no dejes de recorrer sus impresionantes paisajes y visitar los parques nacionales que hay en la ciudad. Sube el monte Wellington y disfruta de la belleza natural y la vida silvestre.
Para un viaje histórico interesante, no te pierdas el Museo de Arte Antiguo y Nuevo, famoso por su enorme muro de moldes de vaginas, y el Museo y Galería de Arte de Tasmania, donde podrás explorar la historia natural y la escena artística de la isla.
Lo mejor de viajar a Hobart es que es uno de los pocos lugares donde puedes presenciar la mágica y espectacular Aurora Austral o Southern Lights (luces del sur).
Port Douglas: Viaja al Pasado
El último en nuestra lista es el pueblo costero de Port Douglas, una excelente alternativa para quienes visitan la Gran Barrera de Coral de Australia. Esta joya escondida en el distrito de Douglas, Queensland, se ha vuelto una opción mucho más famosa para hacer una parada en lugar de volar directamente a la ciudad de Cairns y hospedarse en un hotel sobrevalorado e impersonal.

A solo una hora de Cairns, Port Douglas cuenta con más de 50 restaurantes y cafeterías que ofrecen una gran variedad de delicias frescas provenientes de la Gran Barrera de Coral y de Atherton Tablelands.
Port Douglas es uno de los mejores lugares para conectar con los primeros habitantes de Australia, así como con sus culturas y costumbres. Además, ha ido ganando popularidad gracias a su historia y su estilo de vida.
Fundado como puerto durante la fiebre del oro en el siglo XIX, este pueblo costero continuó exportando caña de azúcar durante el siglo XX hasta los años 70, cuando el turismo comenzó a desarrollarse. El carácter pionero de su gente ha llenado el pueblo de historias y experiencias vibrantes.
Sitios Patrimonio de la Humanidad
Port Douglas cuenta con un paisaje majestuoso y alberga dos sitios declarados Patrimonio de la Humanidad: la Gran Barrera de Coral y la Selva Daintree.
La Gran Barrera de Coral, el mayor sistema de arrecifes del mundo, está compuesta por 900 islas y 2,900 corales. Es un reconocido recurso acuático y marino, ideal para el buceo y el esnórquel.
El segundo sitio Patrimonio de la Humanidad, la Selva Daintree, es la selva tropical más antigua del mundo y alberga la primera planta de origen, además de una gran variedad de fauna y flora. La mejor forma de descubrir la selva es recorriendo los senderos peatonales y explorando la belleza natural y la vida silvestre.
Conclusión
¡Cada ciudad es realmente una maravilla por sí misma! No es de extrañar que estas ciudades se hayan convertido en un destino imprescindible en el itinerario de todo turista en Australia.
Con sus culturas únicas, paisajes pintorescos, playas magníficas e historia rica, es fácil enamorarse de estos lugares y soñar con visitarlos algún día.